Estoy aquí
con mis cuarenta y tres años
que me acompañan
descubriendo cada paso
sobre el jardín que cuidamos
estoy aquí
parado junto a ti abrazando
cada flor que nace de nuestros deseos
acariciando cada pétalo que brota
de tus manos
oliendo el aroma
que nace de tu cuerpo
escuchando el sonido del viento
que son las palabras
que acarician mis oídos
te miro y
no dejo de sentirte
y observo
como tus tallos se entrelazan con los míos
sin perder su horizonte
No dejemos nunca secar nuestro jardín.
Ciertas tus palabras, no hay que dejar secar ese jardín nunca¡¡¡;)
ResponderEliminarUN BESOOOO ENORMEEEEE¡¡¡¡
Revenires, amigo mío!
ResponderEliminarQue hermoso y tierno poema me dejás leer hoy.
"te miro y
no dejo de sentirte
y observo
como tus tallos se entrelazan
con los míos
sin perder su horizonte
No dejemos nunca secar nuestro jardín."
Que lindas son las imágenes sensoriales que elegiste para estos versos: sentir, observar como las accionen que priman en el amor.
A su vez, los tallos de cada uno, estas suaves extremidades frágiles del ser que pueden entrelazarse, como las plantas, pero sin perder nunca su delimitación original, sin convertirse en uno, porque son dos que se elijen para compartir la vida...
Y para finalizar, el último verso desbarata la imagen que viene formandose en la mente para romper luego de un pequeño silencio, con una frase demoledora como la añoranza que contiene: el deseo infinito de cuidar el amor que se tienen mutuamente.
Simplemente, me encantó.
Te mando un gran abrazo y un beso.
Atenam ne alegro que te guste, muy lindas tus palabras, muchas gracias, un abrazo
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